Se nota que estoy de vacaciones que esto va rapidito, que pena que ya se están terminando. Pues ya me leí el primer libro del reto que me he propuesto leer 12 novelas negras. Y la verdad si todas las novelas van a gustarme tanto como ésta, será un reto muy fácil. Esta novela además de contarnos una historia de crímenes, es una gran reflexión sobre el mundo del arte.
José Carlos Somoza, a pesar de haber nacido en La Habana, como sus padres se trasladaron aquí cuando tenía un año podría decirse que es español. Nacido en 1959, José Carlos Somoza ya tiene unos cuantos galardones a sus espaldas, por ejemplo sin ir más lejos, por esta novela recibió dos el Fernando Lara en 2001 y el Hammett en 2002. Además estudió medicina y psiquiatría, que tiene gran influencia en esta novela, los personajes están muy definidos. Y es miembro de honor de Nocte, la Asociación de Española de Escritores de Terror.
Sinopsis
En los circuitos internacionales del arte está en auge la llamada
pintura hiperdramática, que consiste en la utilización de modelos
humanos como lienzos. El asesinato de Annek, una chica de catorce años
que trabajaba como cuadro en la obra "Desfloración", en Viena, pone en
guardia a la policía y al Ministerio de Interior autriaco, que son
presionados por la poderosa Fundación van Tysch para que no hagan
público el crimen, ya que la noticia desencadenaría el pánico entre sus
modelos y la desconfianza entre los compradores de pintura
hiperdramática. Y mientras tanto, Clara Reyes, que trabaja como lienzo
en una galería de Madrid, recibe la visita de dos hombres extranjeros
que le proponen participar en una obra de carácter "duro y arriesgado";
el reto empieza en el mismo momento de la oferta, ya que la modelo debe
ser esculpida también psicológicamente. De esta forma, Clara entra en
una espiral de miedo y fascinación, que envuelve también al lector y lo
enfrenta a un debate crucial sobre el valor del arte y el de la propia
vida humana.
Mi opinión
Además de una buena obra de intriga, con asesino en serie, psicópata y ultraviolento, "Clara y la penumbra" es mucho más. Es la construcción de un mundo muy similar al nuestro, pero con un estilo de arte nuevo y totalmente diferente que lo cambia todo, el arte hiperdramático. Esto es un estilo en el que los pintores componen cuadros con personas, al estilo de las perfomance, pero mucho más complejo. Las personas son elementos pictóricos, lienzos que cubren de pintura y pintan psicológicamente para que posen en su cuadro exactamente como ellos quieren, además son objetos que se exponen en museos, casas, jardines, se compran y venden, y se lleva aún más allá con los cuerpos de acciones dinámicas que pueden ser interactivas con el que las mira, llegando a los extremos ilegales como el "art shock", el "arte manchado" y los accesorios, que son muebles humanos a la utilidad de la gente adinerada que se lo puede permitir. Carlos Somoza, inventa un mundo fascinante y macabro, al servicio de una reflexión sobre el sentido elitista, superficial y absurdo que a veces tiene el arte hoy en día. Como se dice en la novela, arte es lo que algunos nos digan que es arte. Niños, delicuentes, cualquier tipo de persona cumple la finalidad artística que unos cuantos artistas geniales, locos y visionarios deciden, y también se abre un amplio debate a partir de los asesinatos de las personas que forman parte de algunos cuadros si estos son asesinatos de personas o destrucciones de valiosísimas obras de artes, y se pone en entredicho que será más importante, si la vida de una persona, o de una persona-objeto al que se le atribuído un valor monetario desorbitante. Me ha encantado, es escalofriante, todavía más todo este concepto artístico que los asesinatos en sí. A recalcar el personaje de Clara, un lienzo, a través del cual vivimos de cerca los procesos de creación de arte y como se sienten por dentro estas personas que se prestan como objetos.
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